domingo, 17 de noviembre de 2013

MIERDID, LA BASURA COMO METÁFORA DE UN PAÍS ENMERDADO

                              Mierdid y la mierda emBotellada
PPorfavor, que no retiren la mierda de las calles de Mierdid, valga la repugnacia. Porque Mierdid es la encarnación de la podredumbre española y Ana Botella (el alcalde menos querido desde Pepe Botella) la garante de que esa pestilencia se visibilice. Con los intentos de camuflaje, eufemismo y mentira, con los ardides del Gobierno, el PP y sus mayoritarios medios amigos para convencernos de que apuntamos hacia el País de las Maravillas, la basura madrileña era lo único que nos quedaba para recordar nuestra condición real. Ana era nuestra secreta aliada y, aunque todos sabemos que los problemas de la capital comenzarían a solucionarse tirando esa Botella a las pilas de porquería, preferimos que se quede como icono de mierda. Ana es la esposa del jefe de todo este enerdamiento, ese Aznar Campeador que comenzó el ciclo ultraliberal (liberacización del suelo-especulación-privatización del patrimonio público-desregulación-privilegios para los poderosos-centralismo-rearme moral del postfranquismo...) que nos ha traído hasta aquí y que espera agazapado para salvar la Patria. El tonto de ZP siguió el juego -a cambio de algunos derechos sociales- y Rajoy está ejecutando la hoja de ruta con más radicalidad. El ministro de los hilillos de plastilina del Prestige -allí no pasó nada según nuestra inmunda justicia-, ha desmontado el estado de bienestar, disparado la deuda pública, subvencionado a los bancos con nusetros impuestos, dejado morir la industria, arrasado la industria cultural, pervertido el poder judicial, ignorado la corrupción... Este Presidente avestruz ha convertido el país en un estercolero, aunque se empeñan en convencernos de que todo huele a rosas. Por eso desde aquí queremos agradecer la incompetencia de la Botella (gracias a ella también nos libramos de los Juegos Olímpicos), que nos recuerda en qué país vivimos. Gracias Ana.

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