Es muy difícil acabar con la peste burbónica, por mucho que su última cepa haya necrosado.... Esta real epidemia se reproduce, al parecer, con más vigor en la siguiente degeneración. Así la cepa de Felipe VI el Preparado sustituye a la juancarlista, exhausta de cacerías (en todos los sentidos), trápalas y comisiones. Y es que el papel de héroe salvador de la Patria que Juan Carlos I requirió para sí, con el apoyo político y mediático de beneficiados del régimen (las ratas que siempre acompañan a la peste), se ha venido a reproducir en su hijo y heredero. Tenemos nuevo héroe, alto, apuesto y prudente como en las peliculas de Sisí, aunque su partenaire ha salido un poco antiheroica: plebeya, divorciada, operada y periodista... Pues hete aquí que los aguafiestas de siempre reclaman ahora la república. Pero no hay que tener miedo a estos frikis y extremistas de la izquierda radical bolivariana porque el agonizante Rubiacalva y la Rajojoya de la Corona preservarán muy bien a esta última. La España de la Nueva ReRestauración burbónica queda asegurada en brazos del sacrosanto bipartidismo, que ya salvara la España de la oligarquía y caciquismo de los tiempos de Joaquín Costa. Entonces perdimos el imperio pero nos salvó la peste burbónica encarnada en Regente, ahora perdemos España pero nos salvará de Cataluña Felipe VI, el sucesor de aquel V que arrasó Barcelona hace ahora trescientos años. A ver si el Nou fossar de les Moreres va a ser ahora la tumba del Burbón recién llegado... No lo creemos, porque las cepas de esta peste son muy duras de pelar y ni catalanes, vascos y otros separatistas juntos van a poder con ellas, teniendo como tienen el destino divino de la gloria de España. Además cuentan con el apoyo de todas las ratas, lideradas por la Rajojoya de la Corona, el gran cancerbero de los sagrados privilegios de la Casta. ¡Viva la peste, vivan las caenas!
